¡Mucha Bestia!

Bestiario, es el primer libro completo que leo de Julio Cortázar, uno de esos autores que admiro por cosas tan maravillosas como Lucas, Sus Pudores, La Continuidad De Los Parques, Instrucciones Para Subir Una Escalera, o El Aplastamiento De Las Gotas, pero a los que tambien les tengo mucho miedo (por cosas como esta), pues sé que no les doy la talla por lo bestia que soy para analizar la literatura.

En la imagen, como es usual en mis entradas de lecturas, está la pasta trasera libro donde alguien con mejor verbo que yo habla del texto, lo que me permite hacer la entrada tan subjetiva como lo crea necesario.

En general el libro me dió muy duro y tristemente solo disfruté un par de cuentos (por ejemplo Las Puertas Del Cielo). Lo paré un par de veces y esos ocho cuentos me tomaron casi ocho semanas, aunque cada cuento facilmente se puede leer en dos horas (que es mas o menos mi dosís diaria de lectura).

Sin embargo hay algo positivo, el libro me ayudó a encontrar la palabra para describir lo que admiro de Cortázar, y es su habilidad para hacer macros, como en fotografia. Un buen macro, que te hace ver y sentir la textura de una superficie o sus detalles, Cortázar tiene una habilidad increible para poner en primer plano objetos de una manera sencilla y liviana que a la vez le permite retomar la escena completa y construir una imagen grande donde sus pequeños elementos puede ser protragonistas. Carta A Una Señorita En París o Instrucciones Para Subir Escaleras son unos buenos ejemplos del punto que trato de exponer.

Fue extraño y casual, estar en Budapest mientras vas leyendo un libro de cuentos escrito por un latinoamericano y de un momento a otro Cortázar comienza a mencionar a Budapest y el río y sus puentes, justo cuando estas cruzando uno de ellos, ese cuento se llama Lejana y aquí pueden encontrar un analizis decente, no como éste que hago yo.