Da Alegria, pero tambien da un poco de tristeza cocinar la comida con la que lo criaron a uno cuando uno esta a miles de kilometros de la tierra del olvido.
Hoy con mucha dicha compre unos platanitos verdes de Turbo que encontre por aca en un supermercado chino, compre el aceite y los limones para darme el gustico en esta semana tan atareada que tengo. Aunque no soy el gran maestro pataconistico tampoco tengo necesidad de buscar la receta ni ver videos en youtube de como hacer patacones, muchas, pero muchas veces los hice con mi mama y se como hacerlos para que queden matadores. Pero ni esa experiencia ni la alegria de saber que iba a comer patacones de nuevo fueron suficientestes para soportar la cachetada de de la realidad: el sabor de los frutos tropicales traidos a Europa no es comparable.
No es la misma cosa un platanito fresco a uno cortado hace dias y metido en un barco en condiciones infra-platanas para cruzar el atlantico. El sabor que tenia en mi boca no se comparaba con el sabor de mi patacon-unitario de referencia, por ese lado un poco de tristeza, pero ah, que güevonada, al final de cuentas estaba comiendo Les Pataconés en La France despues de casi dos años sin probar bocado!! no me iba a dejar dañar esa alegria ni por el chiras! Esta noche mi corazon y estomago sonrien con la curvatura de un platano verde :-)
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