Desbarrancando

El Desbarrancadero es el primer libro de Fernando Vallejo que leo. Es contado en primera persona, se desarrolla en Medellín y es una historia de vida real en la que un familiar del autor muere. Por esas razones me recordó El Olvido Que Seremos, solo que El Desbarrancadero esta escrito desde una perspectiva muy diferente de la vida, una perspectiva de desprecio.

Esa perspectiva es sin duda un sello de autenticidad de Fernando Vallejo y le da mucho valor al libro. Estoy seguro que nunca antes habia leido algo parecido, y por eso lo calificaria con 4 estrellas.

Es un libro facil de leer para quien sea capaz de tolerar insultos a la patria, a la figura materna y a la vida misma. De igual forma, no es un libro recomendado para ningún homofóbico. Es decir, es un libro para mentes tolerantes y que puedan aceptar la constante provocación que el autor hace sobre los valores y creencias de las casas de "buena familia"

Lastimosamente ya han sido un par de meses desde que lo lei entonces muchas impresiones estan perdidas, y lo anterior es todo lo que recuerdo. Pero quiero recalcar que Fernando Vallejo es un autor unico y creo que por eso deberia ser leido al menos una vez.

Subrayados:

El desbarrancadero (Fernando Vallejo)
hijueputas!». Godos, o sea conservadores, camanduleros, rezanderos, en tanto los liberales éramos nosotros: los rebeldes y las putas. ¡Huy, cuánto hace que se acabó todo eso, que se quemó la pólvora! De los dos partidos que dividieron a Colombia en azul y rojo con un tajo de machete no quedan si no los muertos, algunos sin cabeza y otros sin contar. Cadáveres decapitados de conservadores y liberales bajaban por los ríos de la patria tripulados por gallinazos que en su viaje de bajada a los infiernos, de ociosos, por matar el tiempo a falta de alguien más, sin distingos doctrinarios, de partido, les iban sacando a azules y a rojos a picotazos las tripas. Y no había vivo que se les midiera a esos ríos, capaz de meterse en ellos a sacar a los muertos.
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El desbarrancadero (Fernando Vallejo)
Los recuerdos son una carga necia, doctor, un fardo estúpido. Y el pasado un cadáver que hay que enterrar prontico o se pudre uno en vida con él.
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El desbarrancadero (Fernando Vallejo)

Colombia se dividía en conservadores y liberales. Hoy se divide en asesinos y cadáveres.